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Aquí en CBNation, nos encanta escuchar lo que significa ser un CEO para diferentes empresarios y directores generales. Entendemos que conlleva una gran responsabilidad y expectativas tanto de los clientes como del equipo que diriges, pero su significado varía con cada CEO.
Mi definición de ser un CEO es ser un líder eficaz. Es alguien que puede equilibrar adecuadamente muchos aspectos del trabajo y la vida. Un director general eficaz no es demasiado emocional cuando los tiempos son difíciles, pero encarna la compasión y la comprensión cuando es necesario. Equilibra un entorno relajado con normas y expectativas estrictas. Un director general inspira a través de una gestión eficaz, la equidad y el buen ejemplo.
El director general de una organización tiene dos responsabilidades principales: crear y potenciar un equipo. Para crear un equipo, el director general debe pensar constantemente en los puestos que hay que cubrir y buscar a personas que tengan las habilidades, la experiencia y el ajuste cultural para la organización. Los directores generales deben tomarse esta responsabilidad muy en serio, porque contratar a alguien para su equipo es un gran compromiso. Los costes de cometer un error son realmente elevados, tanto desde el punto de vista financiero como por el impacto en la moral que supone dejar marchar a alguien. Después de crear un equipo, es el momento de darles poder y salir del paso. Asegúrate de que el equipo tiene la formación, los recursos y la orientación necesarios, pero luego confía en ellos para que ejecuten la visión. A nadie le gusta el microgestor autoritario.  Como director general, también es importante asegurarse de que las personas del equipo tengan oportunidades de aprender y crecer. Esto asegura que la gente siga interesada en el trabajo que está haciendo.

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Salario del director general

En lo más alto del escalafón, hay mucho en juego y las exigencias son intensas. Demasiados consejeros delegados fracasan en el puesto; aproximadamente una cuarta parte de los jefes de Fortune 500 que dejan sus empresas cada año se ven obligados a abandonarlas. Está claro que los consejos de administración no siempre aciertan en sus contrataciones.
Al realizar un análisis de las evaluaciones en profundidad de 17.000 ejecutivos, los autores descubrieron una gran desconexión entre lo que los directores piensan que es un CEO ideal y lo que realmente conduce a un alto rendimiento. Las conclusiones de su proyecto de investigación, que duró 10 años, ponen en tela de juicio muchas suposiciones muy extendidas. Resulta que el carisma, la confianza y el pedigrí tienen poca relación con el éxito de los directores generales. En su lugar, los mejores demuestran cuatro comportamientos empresariales específicos: (1) Son decisivos, pues saben que no pueden esperar a tener información perfecta y que una decisión equivocada es a menudo mejor que no tomar ninguna. (2) Se comprometen con el impacto, trabajando para entender las prioridades de las partes interesadas y luego alineándolas en torno a un objetivo de creación de valor. (3) Se adaptan de forma proactiva, sin perder de vista el largo plazo y tratando los errores como oportunidades de aprendizaje. (4) Ofrecen resultados de forma fiable, cumpliendo constantemente sus compromisos.

Cómo llegar a ser director general en 5 años

“Empezar pronto” es un buen consejo para quien espera convertirse en director general algún día. Una buena formación es la base sobre la que se construyen las ambiciones de la oficina de la esquina. Junto con la educación, una experiencia laboral relevante y sustancial allana el camino hacia el puesto más alto.
Toma decisiones relacionadas con la mano de obra, el personal y los contratistas; se asegura de que se alcancen los objetivos corporativos; orienta la política y la estrategia de la organización; y aclara la visión corporativa de la empresa.
Los licenciados en ingeniería con un MBA de las mejores escuelas superiores y una excelente experiencia laboral pueden ser candidatos idóneos para los puestos de director general, pero también tendrán que realizar cursos de contabilidad, economía, finanzas y estadística.
Otros licenciados -por ejemplo, los que se especializaron en negocios, administración pública o derecho- pueden llegar a la cima, pero, de nuevo, no sin quemar algo de aceite de medianoche sobre los tomos de economía y finanzas.
Por su parte, los licenciados en empresariales estudian contabilidad, economía, finanzas, marketing y ventas, además de gestión empresarial. También adquieren habilidades de pensamiento creativo, toma de decisiones, desarrollo organizativo y liderazgo.

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Mark zuckerberg

Las pequeñas empresas y las grandes corporaciones tienen algo en común: la persona que está en la cima es la responsable última del éxito o el fracaso de la organización. En las grandes empresas, sobre todo en las que cotizan en bolsa, el director general, o CEO, es la persona de más alto nivel, mientras que las pequeñas empresas suelen ser creadas y dirigidas por sus propietarios.
Cuando se trata de comparar al director general con el propietario, hay muchas similitudes y diferencias clave entre los dos papeles. Por ejemplo, los directores generales y los propietarios suelen necesitar rasgos similares para tener éxito, como capacidad de pensamiento crítico y habilidades de comunicación interpersonal. Sus cargos comparten ciertas responsabilidades cruciales, como la contratación de personas para las funciones de alto nivel dentro de sus empresas.
Sin embargo, hay una gran diferencia entre la forma en que cada uno maneja sus responsabilidades. Por ejemplo, los propietarios suelen delegar la gestión financiera en otros, aunque a veces mantienen al menos parte de esta responsabilidad ellos mismos. Esto no es posible para los directores generales de las empresas, que se centran en las oportunidades de mercado, los competidores y las asociaciones. Así que, en su lugar, delegan las responsabilidades tácticas en otras personas de sus organizaciones.