Países del ttip

La Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (TTIP) era una propuesta de acuerdo comercial entre la Unión Europea y Estados Unidos, con el objetivo de promover el comercio y el crecimiento económico multilateral. Según Karel de Gucht, comisario europeo de Comercio entre 2010 y 2014, el TTIP habría sido la mayor iniciativa comercial bilateral jamás negociada, no sólo porque habría involucrado a las dos mayores áreas económicas del mundo, sino también “por su potencial alcance global al establecer un ejemplo para futuros socios y acuerdos”[1].
Las negociaciones fueron detenidas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump,[2] que inició entonces un conflicto comercial con la UE. Trump y la UE declararon una especie de tregua en julio de 2018, reanudando las conversaciones que parecían similares al TTIP[3] El 15 de abril de 2019, las negociaciones han sido declaradas “obsoletas y ya no pertinentes” por la Comisión Europea[4].
Los informes sobre las negociaciones pasadas y el contenido de las propuestas negociadas del TTIP están clasificados para el público y solo pueden acceder a ellos las personas autorizadas[5]. Las múltiples filtraciones al público del contenido de las propuestas del TTIP causaron polémica[6].

Ttip wikipedia

En la Unión Europea, la libre circulación de bienes y servicios ha llegado a ser algo que damos por sentado. Sin embargo, cualquiera que desee exportar bienes a Estados Unidos, ofrecer servicios allí o realizar una inversión sigue teniendo que superar un buen número de obstáculos burocráticos. Los derechos de aduana y el solapamiento de los procedimientos de aprobación, por ejemplo, para los coches o los suministros médicos, cuestan a los consumidores de ambos lados del Atlántico un dinero innecesario. Todo esto va a cambiar. Hay que desmantelar los obstáculos actuales que dificultan el comercio transatlántico y abrir aún más los mercados a ambos lados del Atlántico.
Para ello, la UE y Estados Unidos negocian desde julio de 2013 un acuerdo de Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (ATCI). El Gobierno Federal apoya la celebración de un acuerdo ambicioso que no debe rebajar los elevados estándares de protección medioambiental, de los consumidores y social de la UE. Por el contrario, el Gobierno Federal pretende utilizar el TTIP para acordar unos estándares elevados y una normativa comercial transatlántica justa con un impacto global.

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Ttip 2020

La Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (TTIP) era una propuesta de acuerdo comercial entre la Unión Europea y Estados Unidos, con el objetivo de promover el comercio y el crecimiento económico multilateral. Según Karel de Gucht, comisario europeo de Comercio entre 2010 y 2014, el TTIP habría sido la mayor iniciativa comercial bilateral jamás negociada, no solo porque habría implicado a las dos mayores áreas económicas del mundo, sino también “por su potencial alcance global al establecer un ejemplo para futuros socios y acuerdos”[1].
Las negociaciones fueron detenidas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump,[2] que inició entonces un conflicto comercial con la UE. Trump y la UE declararon una especie de tregua en julio de 2018, reanudando las conversaciones que parecían similares al TTIP[3] El 15 de abril de 2019, las negociaciones han sido declaradas “obsoletas y ya no pertinentes” por la Comisión Europea[4].
Los informes sobre las negociaciones pasadas y el contenido de las propuestas negociadas del TTIP están clasificados para el público y solo pueden acceder a ellos las personas autorizadas[5]. Las múltiples filtraciones al público del contenido de las propuestas del TTIP causaron polémica[6].

Acuerdo comercial ee.uu.-ue 2020

La Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión es una propuesta de acuerdo de libre comercio (TTIP) entre la UE y EE.UU. Como acuerdo comercial bilateral, el TTIP trata de reducir las barreras regulatorias al comercio para las grandes empresas, cosas como la ley de seguridad alimentaria, la legislación medioambiental, las regulaciones bancarias y los poderes soberanos de las naciones individuales.
Desde el inicio de las negociaciones del TTIP en 2013, ha habido preocupaciones sobre la transparencia del proceso. Se ha expresado la preocupación de que los servicios públicos, en particular los servicios sanitarios, puedan correr el riesgo de ser privatizados.
La Comisión Europea ha declarado que los servicios públicos no entrarán en el ámbito de aplicación del TTIP, pero muchas organizaciones, entre ellas el CPME, la UEMO y la AMM, siguen sin estar convencidas de que las disposiciones de exclusión de los servicios públicos sean suficientes.
El TTIP también buscará la convergencia normativa entre la UE y los Estados Unidos. En muchos ámbitos, la normativa estadounidense es mucho menos estricta. La seguridad alimentaria es un ejemplo de ello: El 70% de los alimentos procesados que se venden en los supermercados estadounidenses contienen ya ingredientes modificados genéticamente. En cambio, la UE no permite prácticamente ningún alimento modificado genéticamente. También existe un riesgo para la seguridad laboral y un aumento del desempleo en la UE, ya que los puestos de trabajo se trasladan a Estados Unidos, donde las normas laborales y los derechos sindicales son más bajos.