el equilibrio entre el trabajo y la vida m…

2. Dejar de lado las actividades que suponen un gasto de tiempo y energíaEl individuo debe evitar juiciosamente las actividades que suponen un gasto de tiempo y energía y que, a cambio, no producen resultados ni para la vida laboral ni para la vida de ocio.
3. Delegar y subcontratar el trabajoDelegar o subcontratar el trabajo que consume tiempo a otras personas. Sirve para dos propósitos: por un lado, el trabajo se hace y, por otro, la persona puede centrarse en otras cosas que pueden alinearse más con las habilidades y conocimientos y pueden ser menos estresantes.
Este artículo ha sido redactado por el equipo de Business Concepts. Ha sido revisado y publicado por el equipo de MBA Skool. El contenido de MBA Skool ha sido creado con fines educativos y académicos únicamente. El Diccionario de Gestión cubre más de 2000 conceptos de negocio de 5 categorías.Continue Reading:

vivir en el futuro: un plan de…

Una cuestión clave para muchos trabajadores es la flexibilidad del horario laboral para poder tener un equilibrio entre la vida laboral y la personal. Negociar un equilibrio entre la vida laboral y la personal puede ayudar a los padres (tanto hombres como mujeres) a conciliar su trabajo con su vida familiar y a las mujeres, en particular, a participar en el mercado laboral. Encontrar el equilibrio adecuado entre el trabajo y la vida privada puede permitir a los trabajadores ausentarse del trabajo para poder participar en la educación o la formación o dedicarse a un interés, una afición o una actividad de ocio. Esto puede significar que los empleados puedan reorganizar su vida laboral y sus horarios en torno a días, semanas, meses o años más cortos.
A principios de siglo, pocos empleados en Alemania tenían vacaciones. En 1902, las industrias metalúrgica y cervecera daban tres días de vacaciones anuales a sus trabajadores. No fue hasta 1974 cuando la antigua República Federal introdujo las vacaciones mínimas legales de 18 días laborables, que ahora se han elevado a un mínimo de 24 días. Hoy en día, la mayoría de los convenios colectivos prevén vacaciones de seis semanas o más y la mayoría de los empresarios pagan las vacaciones.

fuera de balance: ir más allá de la…

Aunque algunos empleados solían quejarse de los desplazamientos al trabajo, éstos señalaban un principio y un final de la jornada laboral, algo que muchos trabajadores remotos e híbridos se esfuerzan ahora por reconocer. Y aunque algunos trabajadores del conocimiento ya tenían acceso a la tecnología del trabajo, como un teléfono inteligente, la pandemia exacerbó nuestro uso de la tecnología. Para muchos, las videollamadas fueron el único medio de comunicación y socialización por un momento.
Con nuestro acceso constante al trabajo -y a la tecnología del lugar de trabajo-, crear un buen equilibrio entre la vida laboral y la personal es más importante que nunca. Por ello, hemos analizado más detenidamente lo que supone un buen equilibrio entre el trabajo y la vida privada, por qué es tan importante, además de consejos prácticos para equilibrar el trabajo y la vida en nuestro mundo siempre conectado.
Aunque no existe una fórmula mágica para equilibrar el trabajo y la vida, ni una cantidad de tiempo segura que deba asignar a uno y otro, el equilibrio entre el trabajo y la vida personal significa que te sientes igualmente satisfecho con la dualidad de tu vida personal y tu vida profesional.
Por supuesto, la consecución de este equilibrio -especialmente en nuestra nueva normalidad laboral- no se consigue sin ser intencionado. Como directivo, es importante no sólo encontrar ese equilibrio para ti mismo -y predicar con el ejemplo- sino también ayudar a tus empleados a encontrar su equilibrio.

comentarios

Con tantos de nosotros divididos entre la carga de trabajo, la gestión de las relaciones y las responsabilidades familiares y los intereses externos, no es de extrañar que más de uno de cada cuatro estadounidenses se describa como “superestresado”. Y eso no es equilibrado ni saludable.
En nuestra prisa por “tenerlo todo hecho” en la oficina y en casa, es fácil olvidar que cuando nuestros niveles de estrés aumentan, nuestra productividad cae en picado. El estrés puede acabar con nuestra concentración, volvernos irritables o deprimidos y perjudicar nuestras relaciones personales y profesionales.
Con el tiempo, el estrés también debilita nuestro sistema inmunológico y nos hace susceptibles a una serie de dolencias, desde resfriados hasta dolores de espalda y enfermedades del corazón. Las investigaciones más recientes muestran que el estrés crónico puede duplicar el riesgo de sufrir un ataque al corazón. Esta estadística es suficiente para elevar la presión arterial.
Aunque todos necesitamos una cierta cantidad de estrés para estimularnos y ayudarnos a rendir al máximo, la clave para gestionar el estrés reside en esa palabra mágica: equilibrio. Lograr un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida privada no sólo es un objetivo alcanzable, sino que tanto los trabajadores como las empresas ven las recompensas. Cuando los trabajadores están equilibrados y contentos, son más productivos, cogen menos días de baja y es más probable que permanezcan en sus puestos de trabajo.

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