Contenidos
En las dos últimas décadas, las redes sociales han ganado tanto crecimiento y fama en todo el mundo hasta el punto de que muchos investigadores están ahora interesados en saber más sobre estas plataformas sociales y sus efectos en la comunidad. A pesar de que casi todos los miembros de la comunidad están conectados al menos a una plataforma de medios sociales, los jóvenes y adolescentes son los principales y más fanáticos de estas plataformas sociales hasta el punto de que incluso se conectan a las redes sociales mientras están en clase o incluso en la iglesia. En este sentido, los investigadores han descubierto que estos sitios sociales tienen un gran impacto en la vida de nuestros jóvenes en una sociedad en términos de moral, comportamiento e incluso educación.
El uso de las redes sociales tiene un impacto tanto negativo como positivo en nuestros jóvenes de hoy. En este artículo, mi objetivo es sacar a la luz los impactos de los medios sociales específicamente para los jóvenes de esta generación. Estos impactos son tanto positivos como negativos.
Los impactos positivos de las redes sociales en los jóvenes de hoy en día incluyen ponerlos al día sobre los acontecimientos que ocurren en todo el mundo y también les permite establecer redes y mantenerse conectados con sus compañeros y amigos sin necesidad de reuniones físicas. Acorta las distancias entre los amigos, ya que una persona, por ejemplo en África, puede conectarse e interactuar con su amigo en Estados Unidos. Esto, a su vez, ayuda a fortalecer las relaciones, por ejemplo, entre los compañeros de la escuela secundaria o de la universidad, que después de terminar la escuela, se trasladaron a diferentes lugares del mundo. Además, los jóvenes pueden crear páginas y grupos en las plataformas de medios sociales en función de sus profesiones, su fe y otras dimensiones de sus vidas, lo que permite establecer más conexiones y abrir más oportunidades para sus respectivas disciplinas. Esto puede llevar incluso a crear más oportunidades de empleo para los jóvenes desempleados. En las numerosas entrevistas que se realizan a diario, los jóvenes afirman que las plataformas de medios sociales les hacen la vida más agradable, eficiente y fácil, y que se han convertido en su estilo de vida.
Sin embargo, la tecnología, como las dos caras de una moneda, trae consigo tanto el lado negativo como el positivo. Contra todo pronóstico, Branston, G. y Stafford, R. en 2010 explican que cualquier debate que surja sobre los efectos de las redes sociales (o los medios de comunicación) debe tratarse desde dos ángulos de vista y considerarse desde dos actitudes principales para poder aprovechar los efectos de forma objetiva. Sugieren las siguientes como las dos actitudes desde las que considerar el efecto de los medios sociales, la actitud pesimista (negativa) y la actitud optimista/utópica (positiva).
Coinciden en que el efecto de la red social desde el punto de vista pesimista está aumentando de forma espectacular. La sociedad en el invento de la red social está cambiando de lo que solía ser, a lo que nadie puede explicar que no sea el efecto negativo de la red social; estos efectos negativos de los medios de comunicación social ha robado la sociedad de sus valores y normas sociales. Según Sule, A. (2012), antes de la introducción de los medios sociales digitales en Nigeria, muchas personas tenían pensamientos negativos sobre los demás: el gobierno o los individuos y mantenían diversos valores y deseos negativos. Pero no tenían ninguna plataforma para compartir o verterlos en el contexto social. Por lo tanto, su influencia negativa quedaba oculta, reprimida o retenida en el subconsciente. Sin embargo, la aparición de las redes sociales ha cambiado el orden del valor social. Sule, A. (2012) cree que la red social ha estimulado la liberación del pensamiento, los valores o el deseo más íntimos de cada uno, un concepto que denomina “Síndrome de Masturbación Tecnológica Digital (DTMS)”.
Uno de los mayores aspectos positivos de las redes sociales es que nunca ha sido tan fácil hacer amigos. Hace unas décadas era bastante difícil conectar con la gente, a menos que fueras el tipo de persona extrovertida capaz de entablar conversación con cualquiera en una fiesta.
Cada uno de nosotros pasa demasiado tiempo hablando de sí mismo en las redes sociales. Lo cual es perfectamente natural. Compartimos nuestras vidas -los altibajos, los giros y las vueltas- con gente que creemos que se va a interesar.
Por lo general, les importa y te lo dirán. Escucharán lo que tienes que decir y te ayudarán a resolver los problemas que tengas. Si este no es el caso, entonces es posible que quieras encontrar nuevos amigos.
La cuestión es que al compartir todos nuestras experiencias, tanto buenas como malas, en las redes sociales, somos capaces de empatizar con los demás. Es posible que un amigo haya pasado por una prueba similar a la que tú estás pasando, y podrá ayudarte a superarla.
También podrás ver por ti mismo que han salido del otro lado, que este problema no les ha hecho descarrilar y que quizás son mejores por la experiencia. Por eso las redes sociales son buenas para ti.
El ritmo del cambio se está acelerando. Por ejemplo, el desarrollo de la tecnología móvil ha desempeñado un papel esencial en la configuración del impacto de los medios sociales. En todo el mundo, los dispositivos móviles dominan en términos de minutos totales pasados en línea. Ponen en manos de todo el mundo los medios para conectarse en cualquier lugar, en cualquier momento y en cualquier dispositivo.
Un fascinante estudio del New York Times Consumer Insight Group reveló las motivaciones que los participantes citaron para compartir información en las redes sociales. Entre ellas, el deseo de revelar a los demás contenidos valiosos y entretenidos; de definirse a sí mismos; de hacer crecer y alimentar las relaciones y de dar a conocer las marcas y causas que les gustan o apoyan.
Un nuevo estudio de Pew Research afirma que aproximadamente uno de cada cinco adultos estadounidenses obtiene sus noticias políticas principalmente a través de las redes sociales. El estudio también concluye que aquellos que obtienen sus noticias políticas principalmente a través de las redes sociales tienden a estar menos informados y son más propensos a estar expuestos a afirmaciones no probadas que las personas que obtienen sus noticias de fuentes tradicionales.