Tercera revolucion industrial caracteristicas

impacto de la tercera revolución industrial

Retroceda solo 20 años y encontrará un mundo irreconocible sin teléfonos inteligentes, streaming de vídeo o medios sociales; por no hablar de IIoT, Big Data y criptocurrencias… Da vértigo, hablar de la Cuarta Revolución Industrial y de las transformaciones digitales de impacto masivo que todas las industrias están experimentando hoy en día. Cómo hemos llegado hasta aquí?
Todo comenzó con la Primera Revolución Industrial, cuando la producción se mecanizó por primera vez mediante el uso de agua y vapor. Después, la Segunda Revolución Industrial utilizó la energía eléctrica para crear una producción en masa. La tercera, conocida como la “Revolución Digital”, utilizó la electrónica y la tecnología de la información para automatizar la producción. Y en la actualidad, la Cuarta Revolución Industrial está llevando lo “digital” a un nivel completamente nuevo, en el que no sólo se están transformando los procesos de producción, sino también los modelos de negocio, las demandas de mano de obra, la comunicación, las normas de seguridad y los sistemas de gobernanza… en una medida y profundidad de las que sólo estamos empezando a darnos cuenta.
En 1991, el artículo de Mark Weiser en Scientific American The Computer for the 21st Century afirmaba que “las tecnologías más profundas son las que desaparecen. Se entretejen en el tejido de la vida cotidiana hasta que son indistinguibles de ella”. En una época en la que casi damos por sentado el IoT y nos estamos adaptando a la idea de los cobots… ¿quién sabe qué tecnologías serán indistinguibles de nuestra vida cotidiana dentro de 20 años?

tercera revolución industrial 1969

El documental presenta una charla del escritor y teórico económico estadounidense Jeremy Rifkin en la que resume los principales puntos de su libro de 2011 “La tercera revolución industrial”. Su argumentación utiliza y revisa el patrón histórico que se ha identificado para explicar las llamadas Primera y Segunda Revoluciones Industriales. A tres elementos e innovaciones se les ha asignado un papel crucial y transformador. La energía (el carbón en la primera y el petróleo/la electricidad en la segunda), las industrias del transporte (el ferrocarril en la primera y el automóvil en la segunda) y los sistemas de comunicación (el telégrafo en la primera y el teléfono (más tarde la radio/televisión) en la segunda). Rifkin sostiene que, con las energías renovables, Internet y la posibilidad de producir a “costes marginales cero”, ya existen las bases para una nueva “revolución industrial” que iniciará una economía y un futuro sin fósiles, muy necesarios. Utiliza muchos ejemplos, cifras y conceptos de forma muy accesible. Los temas incluyen la economía compartida, el desempleo, las finanzas, las infraestructuras y el Internet de las cosas (IoT).

sitio web de la tercera revolución industrial

“Para 2020, el efecto de reducción de mano de obra de la digitalización provocará malestar social y la búsqueda de nuevos modelos económicos en varias economías maduras”. Esta funesta advertencia del analista informático Gartner tiene un buen pedigrí: John Maynard Keynes acuñó el término “desempleo tecnológico” en 1930 para describir que la innovación que ahorra mano de obra supera la capacidad de encontrar nuevas cosas que la gente pueda hacer.
En la década de 1970, la falta de trabajo en un futuro inminente se consideraba un gran desafío: ¿cómo sobreviviría la gente al ocio permanente? Si nos remontamos dos siglos atrás, incluso en medio de la servidumbre, Voltaire ofreció una respuesta: “El trabajo nos salva de tres grandes males: el aburrimiento, el vicio y la necesidad”. ¿Esta vez va en serio? ¿Estamos al borde de la Revolución Industrial 3.0?
Un campo de batalla de profundos cambios será la oficina. Se trata de la fábrica del siglo XXI, que emplea a un 30% de la mano de obra en las economías maduras. La oficina ha tenido un magnífico historial de resistencia a las mejoras de productividad. A pesar de las enormes inversiones en tecnologías de la información, el trabajo “del conocimiento” parece haber sido inmune al ataque del silicio. Entonces, ¿qué hay de nuevo? En una palabra: Los robots. En los últimos años, un nuevo tipo de empleado digitalizado se ha trasladado de la planta de producción a la trastienda de las empresas, y son diferentes a los de la TI tradicional.

pros y contras de la tercera revolución industrial

La mayoría de nosotros recuerda haber estudiado la revolución industrial en la escuela. Aparte de los verdaderos aficionados a la historia, es justo decir que la mayoría de nosotros hemos seguido nuestras vidas con un conocimiento bastante rudimentario del cambio industrial que se produjo en el 1700 y lo dejamos así.
La primera revolución industrial tuvo que ver con el carbón, el agua y el vapor, y trajo consigo la máquina de vapor y las innovaciones que permitieron la fabricación a gran escala de bienes y productos, como los textiles. Su impacto en la civilización fue inmenso. La gente ya no se centraba en las aldeas, la agricultura y la fabricación local de bienes, sino que acudía a las ciudades para trabajar en fábricas con salarios bajos y en condiciones terribles.
La Segunda Revolución Industrial llegó con la invención de la electricidad y permitió la producción en masa (piense en las líneas de producción). Desde finales del siglo XIX hasta principios del XX, esta fase dio lugar al motor de combustión interna y, por tanto, al automóvil. Este periodo se caracterizó por un mayor uso del acero y, finalmente, del petróleo, y por el aprovechamiento de la corriente eléctrica. Permitió que gran parte del progreso de la primera revolución industrial saliera de las ciudades y se extendiera por países y continentes.

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