cómo crear un cuadro de mando integral

Un cuadro de mando integral (CMI) se define como un sistema de gestión que proporciona información sobre los procesos empresariales internos y los resultados externos para mejorar continuamente el rendimiento y los resultados estratégicos. Al reunir las medidas en torno a los procesos internos y los resultados externos, un cuadro de mando integral apoya la mejora continua a nivel de rendimiento y resultados estratégicos.
Para cada una de estas perspectivas, el cuadro de mando integral le pide que desarrolle métricas, establezca objetivos de rendimiento y recopile y analice datos. Su cuadro de mando ofrece así un mecanismo eficaz para revisar la aplicación de la estrategia basándose en la medición.
En su libro The Balanced Scorecard: Translating Strategy Into Action, Kaplan y Norton describen el cuadro de mando integral como un paso necesario para dejar de depender excesivamente de las medidas financieras. Según Kaplan y Norton, como las medidas financieras informan sobre el pasado, ofrecen “una historia adecuada para las empresas de la era industrial”, pero no para las de la “era de la información”. En la era de la información, las organizaciones deben “crear valor futuro mediante la inversión en clientes, proveedores, empleados, procesos, tecnología e innovación”.

plantilla de cuadro de mando integral

Bernard MarrBernard Marr es un futurista de renombre mundial, influenciador y líder de pensamiento en los campos de los negocios y la tecnología, con una pasión por el uso de la tecnología para el bien de la humanidad. Es un autor de 20 libros de gran éxito, escribe una columna periódica para Forbes y asesora y entrena a muchas de las organizaciones más conocidas del mundo. Tiene más de 2 millones de seguidores en las redes sociales, 1 millón de suscriptores al boletín de noticias y ha sido clasificado por LinkedIn como uno de los 5 principales influenciadores empresariales del mundo y el número 1 en el Reino Unido.

retroalimentación

Las medidas de rendimiento consideradas hasta ahora se han basado únicamente en medidas de contabilidad financiera como medio para evaluar el rendimiento. Con el paso del tiempo, la tendencia es incorporar tanto medidas cuantitativas como cualitativas y objetivos a corto y largo plazo a la hora de evaluar el rendimiento de los directivos y de la empresa en su conjunto. Un enfoque para evaluar tanto las medidas financieras como las no financieras es utilizar un cuadro de mando integral.
Supongamos que usted trabaja en el sector minorista y su remuneración consiste en un salario por hora más una bonificación basada en sus ventas. Tiene excelentes habilidades interpersonales, y los clientes aprecian su ayuda y a menudo le buscan cuando vienen a la tienda. Algunos de tus clientes volverán otro día, e incluso harán un viaje extra a la tienda para asegurarse de que eres el empleado que les ayuda. A veces estos clientes compran artículos y otras veces no, pero siempre vuelven. Tu remuneración no incluye ningún reconocimiento por tu atención a los clientes y tu capacidad para hacer que vuelvan a la tienda, pero considera cuánto más podrías ganar si así fuera. Sin embargo, para que la retribución incluya factores no financieros, o cualitativos, la tienda tendría que hacer un seguimiento de la información no financiera, además de la información financiera, o cuantitativa, ya registrada en el sistema contable. Una forma de hacer un seguimiento de las medidas cualitativas y cuantitativas es utilizar un cuadro de mando integral.

el cuadro de mando integral…

El nombre de “cuadro de mando integral” proviene de la idea de considerar las medidas estratégicas además de las medidas financieras tradicionales para obtener una visión más “equilibrada” del rendimiento.  El concepto de cuadro de mando integral ha evolucionado más allá del simple uso de perspectivas y ahora es un sistema holístico de gestión de la estrategia. Una de las principales ventajas de utilizar un marco disciplinado es que ofrece a las organizaciones una forma de “conectar los puntos” entre los distintos componentes de la planificación y la gestión estratégicas, lo que significa que habrá una conexión visible entre los proyectos y programas en los que trabaja el personal, las mediciones que se utilizan para controlar el éxito (KPI), los objetivos estratégicos que la organización intenta alcanzar y la misión, visión y estrategia de la organización.

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