Impulsa a un emprendedor

Ejemplo de impulso empresarial

El espíritu empresarial es atractivo y emocionante, pero cada persona tiene una motivación diferente para empezar. La mayoría de la gente ha soñado con tener su propio negocio. Las ventajas de hacerlo son muchas y es fácil idealizar la idea. A primera vista, parece un deseo sencillo, pero la realidad es que hay muchas motivaciones potenciales distintas para involucrarse en el mundo del emprendimiento. Reconocer y comprender estas motivaciones es fundamental si se quiere ser un empresario de éxito. Publicidad

La asunción de riesgos en el espíritu empresarial

Este artículo se ha escrito para generar ideas sobre cómo podemos aumentar la valiosa combinación de cualidades, habilidades y actitudes que he denominado impulso empresarial. He utilizado este término porque no se me ocurre otro mejor para describir el impulso que tienen algunas personas para crear cosas, la determinación que tienen para lograr un progreso real y la tenacidad que demuestran para cambiar las cosas a pesar de la enorme oposición. En este artículo he expuesto mis ideas sobre el impulso empresarial: qué es, por qué aumentarlo y cómo puede incrementarse para generar un debate que conduzca a una mayor capacidad de gestión para conseguir un progreso real en la industria, el comercio y el sector público de la economía.

Impulso para alcanzar el éxito en la actividad empresarial

No se trata de vender el negocio y hacerse rico, sino de las cuestiones complejas y los problemas difíciles. El deseo de aportar soluciones a los retos que muy pocos quieren abordar o incluso iniciar. A veces con la ayuda de la financiación o de una visión, muchas veces mediante el trabajo duro, la ambición y el ingenio. Se adentran en territorios inexplorados y fuera de su zona de confort, prueban, ensayan y no se echan atrás cuando el trabajo se pone difícil.
¿Qué impulsa a los emprendedores? Que mañana las cosas sean mejores que el caos de ayer. El deseo de aprender cosas nuevas, por su cuenta o en equipo. De probar, de fracasar, de aprender. Explorar nuevas ideas e incógnitas con el objetivo de crear algo mejor. Ya sea una idea grande o pequeña, la toman con una sonrisa y con la convicción de que su misión es hacerla realidad. No se trata sólo del resultado final. La experiencia adquirida, las diferentes perspectivas recogidas y las personas conocidas enriquecen el viaje.
¿Qué impulsa a los emprendedores? La curiosidad, el entusiasmo y el impulso de cambio. Dan vida a las ideas, a nivel local o mundial, con un impacto sobre unos pocos o millones de personas. Y no las aportan de cualquier manera, sino de forma elegante y creativa. No son los que dicen “Esta idea es imposible”, sino “¿Cuándo empezamos con ella?”, “¿Quién más quiere formar parte de ella?” o “¡Esto tiene tanto potencial!”. No dejan de pensar en nuevos enfoques, de hacer planes, de imaginar o reimaginar productos y servicios. Quieren simplificar, mejorar, construir y reconstruir porque lo habitual no es suficiente.

La búsqueda de retroalimentación en el emprendimiento

He tenido el placer de trabajar con un par de los empresarios más conocidos de nuestro tiempo, y he leído sobre muchos más en la versión actualizada de un libro clásico, “Discover Your True North”, del experto en liderazgo de Harvard y autor de best-sellers Bill George. George argumenta de forma convincente que los mejores líderes y empresarios siguen sus motivaciones intrínsecas en lugar de las extrínsecas.
Destaca el valor de encontrar una forma de alinear tus puntos fuertes con tus motivaciones intrínsecas, lo que él llama el punto dulce. Algunos de los puntos dulces y las motivaciones intrínsecas más eficaces para los empresarios de hoy serían los siguientes:
La mayoría de los emprendedores le dirán que una vez que descubrieron el verdadero propósito de sus esfuerzos, encontraron un nuevo sentido de compromiso y liderazgo que les permitió realmente inspirar y empoderar a otros, así como dirigir sus propias acciones. En este punto pueden tomar las decisiones estratégicas que necesitan para marcar realmente la diferencia, disfrutar de satisfacción y dejar un legado duradero.