Costes del restaurante

Parte de la planificación del presupuesto de un nuevo restaurante consiste en conocer los gastos. Están los gastos obvios, como la comida y la mano de obra. También hay que tener en cuenta otros gastos, como el marketing, los servicios públicos, las mejoras de los equipos, las mejoras de capital y los suministros.
Algunos gastos, como el alquiler, la hipoteca o el seguro, son fijos.  Otros pueden fluctuar e incluyen los salarios por hora, las facturas de servicios públicos y los costes de alimentación. Además, siempre están los gastos imprevistos. La rotura de un equipo, el atasco de una tubería o el deterioro de los alimentos en la cocina pueden dar al traste con muchos presupuestos bien planificados.
Los gastos fijos son los que no fluctúan de un mes a otro.  La hipoteca, el alquiler, los pagos de préstamos y el trabajo asalariado son todos iguales cada mes, lo que facilita la elaboración del presupuesto.  Otros gastos fijos son las primas de los seguros, las tasas de las licencias y las cuotas de los miembros (como las de la cámara de comercio local o las de la asociación de pequeñas empresas).  Algunos gastos fijos sólo deben pagarse una vez al año, pero mantenerlos en el presupuesto evitará que se olviden.

Gastos típicos de funcionamiento de un restaurante

¿Cuánto cuesta realmente abrir un restaurante? En pocas palabras, mucho.  La respuesta más elaborada es que los costes de puesta en marcha de un restaurante pueden variar enormemente en función del concepto, la ubicación y el tipo de comida. Es importante que investigues todo lo que puedas antes de lanzarte al ruedo; la calculadora gratuita de costes de restaurantes de Toast puede ayudarte a calcular cuánto necesitarás realmente. A continuación, puedes comparar tus resultados con los del resto del sector, gracias a una encuesta realizada por RestaurantOwner.com entre 700 restauradores. Algunos restaurantes pueden costar mucho menos, mientras que otros requieren una inversión de millones de dólares para su construcción. Una cosa que puede alarmar a los futuros propietarios de restaurantes es la facilidad con la que se subestiman estos costes, lo que significa que los gastos previstos acaban superando el presupuesto.Para evitar esto, tenga en cuenta estos cinco gastos de restaurante cuando empiece o abra un restaurante.
5) Gastos tecnológicosPara gestionar los costes, agilizar el servicio y funcionar de forma más eficiente, querrá invertir en tecnología para restaurantes.  Desde los sistemas de reserva en línea hasta los dispositivos de pedido en mesa y los quioscos de pago, pasando por el software que ayuda a gestionar el flujo de caja y las estadísticas de ventas, hay muchas piezas móviles que hay que tener en cuenta. Sin embargo, aunque los costes de software y hardware de la nueva tecnología pueden parecer abrumadores en la fase de inicio de un nuevo restaurante, también pueden ayudar a que el negocio sea más fácil de dirigir y gestionar, y más rentable a largo plazo.Otro gasto tecnológico que se colará en su presupuesto son las tarifas que cobran las empresas de pedidos online como Ubereats. Es difícil decir que no a la entrega hoy en día, ya que los pedidos en línea aumentan constantemente cada año. Sin embargo, como cada empresa cobra una cuota o un porcentaje, puede empezar a trabajar con una sola plataforma y luego añadir más empresas cuando haya obtenido beneficios.

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Gastos mensuales del restaurante

“Si no sabes a dónde vas, cualquier camino te llevará allí”. Para los propietarios de restaurantes hay tres caminos “financieros”, cada uno de los cuales lleva a un destino diferente. La ruta más preferida es la que lleva a la rentabilidad y al éxito. Otro camino, menos deseable, es el que lleva al punto de equilibrio, o simplemente a aguantar. Pero el camino más traicionero lleva al fracaso y, en algunos casos, a la ruina financiera.
Desgraciadamente, más del 60% de los restaurantes acaban en la más peligrosa de estas rutas en su tercer año de existencia. La gran mayoría de los fracasos de los restaurantes pueden atribuirse, al menos en parte, a la ausencia de un plan o presupuesto práctico en el que se basen las decisiones, la responsabilidad y las acciones.
Un presupuesto es una herramienta fundamental con la que los propietarios y gerentes de negocios pueden predecir, con una precisión razonable, si su restaurante tendrá beneficios, si alcanzará el punto de equilibrio o si perderá dinero. Un presupuesto es un plan de organización expresado en términos monetarios. Obliga a la dirección a considerar las condiciones cambiantes y a adaptar sus operaciones para mantener la rentabilidad y la consistencia del producto y el servicio.

Ingresos del restaurante

Los gastos habituales de un restaurante incluyen el pago de los salarios de los empleados, el coste de los ingredientes, los gastos de mantenimiento y los gastos de publicidad y marketing. Otros gastos del restaurante suelen incluir el coste de la puesta en marcha del negocio, como la decoración del edificio del restaurante, el pago de las tasas necesarias para establecer el negocio y las tasas de licencia si el restaurante es una franquicia. Un restaurante también necesita pagar una hipoteca o un alquiler para permanecer en su edificio y para los costes de los servicios públicos.
Los gastos del restaurante incluyen el coste de la mano de obra, incluidos los salarios de los empleados, así como los impuestos aplicables. Si un restaurante ofrece beneficios a los empleados, ese es otro gasto que hay que tener en cuenta. El coste de la mano de obra suele ser un gasto que el restaurante puede mantener bajo control y gestionar. Por ejemplo, si el propietario de un restaurante necesita mantener los costes bajos, puede programar sólo un camarero por turno en lugar de dos, o puede optar por no ofrecer beneficios a todos los empleados.
El coste de los productos, como la comida y la bebida, es otro gasto importante del restaurante. El restaurante debe saber cuánto gasta en ingredientes para poder fijar correctamente el precio de sus platos principales y otros artículos del menú. La gestión del inventario es clave para mantener bajos los gastos del restaurante. Un restaurador debe saber cuánto pedir para que el restaurante no se quede sin productos durante un turno y para asegurarse de que los ingredientes se utilizarán a tiempo y no se desperdiciarán.