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Como ser un buen jefe
Cómo ser un buen jefe wikihow
¿Conoces esas tazas de “El mejor jefe de la historia”? No es fácil. Ser un buen jefe no consiste sólo en obtener resultados o en realizar un trabajo premiado (aunque eso también está bien). Todos los mejores jefes saben que también se trata de alcanzar un importante objetivo corporativo: la retención de los empleados. Y para las personas que trabajan para usted, se trata de tener otra razón para alcanzar la grandeza en el trabajo, no sólo para la empresa, sino para usted.
Entonces, ¿qué pasa si usted es el mal jefe? No sólo te impide ascender en el escalafón, sino que podría costarte empleados con talento, por no hablar de futuras oportunidades laborales. Siga las siguientes estrategias para mantener a su equipo de trabajo contento, y en el trabajo.
“Los empleados quieren sentirse realizados”, dice Nancy Halpern, entrenadora de ejecutivos de KNH Associates en Nueva York. “Y si no sabes cuándo lo has conseguido, nunca tienes éxito. Siempre te quedas con la duda”.
Así que, antes de asignar nuevos proyectos o tareas, asegúrate de establecer expectativas claras, y haz un seguimiento con instrucciones por correo electrónico, si es necesario. A continuación, programe reuniones periódicas para que usted -y ellos- estén en sintonía.
Cómo ser un buen jefe libro
Ser un buen jefe es fundamental para el éxito de una empresa y está estrechamente relacionado con el rendimiento de los empleados. De hecho, en una encuesta realizada a 1.000 ejecutivos, el 65% dijo que elegiría tener un mejor jefe antes que un salario más alto.
Para entender qué es lo que hace a un “buen” jefe, debemos observar algunas de las características de un “mal” jefe. El Estudio de Gestión de Personas 2018 de Predictive Index pidió a 5.000 empleados que identificaran las cualidades de un mal jefe. Los siguientes son los diez principales rasgos que identificaron:
Si estás en la gerencia o deseas estarlo, entender el impacto que tendrás en tus empleados es una parte importante de tener un rol de liderazgo. Una encuesta tras otra concluye que los empleados serán más felices y rendirán más si cuentan con un equipo directivo que les apoye.
Los empleados van a trabajar y quieren marcar la diferencia y hacer un buen trabajo. Los jefes que comunican la visión, la misión y los objetivos estratégicos de la empresa con claridad a sus empleados descubrirán que su plantilla está más comprometida y es más productiva. Esto hace que los empleados se impliquen y se interesen por ayudar a la organización a alcanzar sus objetivos.
El mejor jefe de la historia: los 5 pasos para r…
Ser un buen líder es fundamental para el éxito de una empresa y está estrechamente relacionado con el rendimiento de los empleados. De hecho, en una encuesta realizada a 1.000 ejecutivos, el 65% dijo que elegiría tener un mejor jefe antes que un salario más alto.
Para entender qué es lo que hace a un “buen” jefe, debemos observar algunas de las características de un “mal” jefe. El Estudio de Gestión de Personas 2018 de Predictive Index pidió a 5.000 empleados que identificaran las cualidades de un mal jefe. Los siguientes son los diez principales rasgos que identificaron:
Si estás en la gerencia o deseas estarlo, entender el impacto que tendrás en tus empleados es una parte importante de tener un rol de liderazgo. Una encuesta tras otra concluye que los empleados serán más felices y rendirán más si cuentan con un equipo directivo que les apoye.
Los empleados van a trabajar y quieren marcar la diferencia y hacer un buen trabajo. Los jefes que comunican la visión, la misión y los objetivos estratégicos de la empresa con claridad a sus empleados descubrirán que su plantilla está más comprometida y es más productiva. Esto hace que los empleados se impliquen y se interesen por ayudar a la organización a alcanzar sus objetivos.
Cómo ser un buen jefe y líder
Si eres un líder, también eres un jefe de equipo. Destaca los puntos fuertes de tus colaboradores por encima de sus debilidades. Destaque lo mejor de cada persona, exprese su gratitud por el trabajo bien hecho y dé las gracias con frecuencia. La forma más fácil de ser humilde es empezar a sonreír. Sonríe a todo el mundo, nada es tan grave que deba impedirte hacerlo.
Comparte con los demás lo que quieres conseguir. Haz una sesión de intercambio de ideas sobre metas y objetivos. Explica tus intenciones de forma positiva. Recuerda que los malos jefes no saben dirigir y no ven más allá de los problemas. No lo hagas y visualiza el éxito en su lugar. Sólo pensando en positivo transmitirás una visión atractiva y motivadora a tu equipo.
A diferencia de los malos jefes, los buenos líderes escuchan a su gente. Aprenda a escuchar a los demás y muestre interés por su equipo. Pregúntales lo que piensan, averigua lo que les preocupa y conoce sus opiniones profesionales sobre los proyectos que has puesto en marcha. Conviértase en un oyente de su propio equipo y verá lo mucho que recibe a cambio.